Queridos lectores, les pido disculpas por la tardanza del cuento de hoy. Una circunstancia se me atravesó en el camino y me impidió publicar cumplidamente, como suelo hacer.
Yo supongo que el título se debe a la forma de tragedia de la narración. Me gusta el doble sentido del final y me remite irremediablemente a la Odisea. Me gusta.
Daniel, gracias. Pensé que estos tan breves no eran tan de tu agrado.
Víctor, quise, pero terminé tapándome los oídos y no las escuché. Cuando fui a ver dónde estaba la grabadora, la vi en el río, llevándose con mis recuerdos.
Martín, al pie, eso me gusta. Un abrazo.
Lau, para eso está la imaginación: para que la pongamos a trabajar.
Jesús, gracias. Es cierto que al ser tan cortos cuesta un poco sacarles el jugo, por eso se debe ser muy preciso y no caer en el problema que hablamos la vez pasada: el del aforismo. Si me preguntas, este, en mi concepto, sí es un cuento.
Me atrevo, claro, aunque no esperes una respuesta brillante, jeje. Mortal y suicida no son sinónimos ni antónimos. En este caso, complementarios. Uno puede ser mortal y no suicida (la mayoría lo somos), pero un suicida debe ser, necesariamente, mortal, o sería siempre un suicida frustrado. ¿Esto responde? Un beso
Disculpe usted, no sabía que además quería humor... haberlo dicho. (Aunque me temo que no habría sabido hacer humor con mortal y suicida. Confieso mis limitaciones) ¿Se le ocurre a usted una respuesta humorística a su misma pregunta?
jajajaja, Esteban, eso me suena a salida airosa para encubrir una cobardía (suena a palabra fuerte, pero tómala con suavidad, porque ésa es la intención). En serio, llevo un buen rato pensando en algo divertido para responder a si mortal y suicida son sinónimos o antónimos... (quedé picada, jajaja), pero no se me ocurre. Si aparece algo, volveré a contarte. O si a alguno de tus lectores se les ocurre, podrían decirlo ¿te parece?
Esteban y Alís, no entiendo bien cuál es el debate, pero ahí va mi participación:
Asistente médico
No tiene caso intentar nada, me dije mientras el rescatista introducía en mi boca el tubo aquel con que intentaba regresarme a la vida. No obstante mi renuencia a vivir, lo asistí obediente en las maniobras de reanimación hasta que, tras poco más de media hora de lucha sin sentido, aceptó su derrota: —Basta, no tiene caso intentar nada –dije con la tranquilad de quien ha cumplido con la responsabilidad de ser médico.
Lector, antes que nada. Publicista. En 2008, realicé el Taller de Microliteratura en La Escuela de Escritores de Madrid. Mis microrrelatos han sido elegidos para componer antologías latinoamericanas, publicados en diferentes revistas impresas y digitales, y premiados en Chile, Argentina y España. En 2010, la editorial Adéer Lyinad publicó mi libro Preludios, Interludios y Minificcciones. Representé a Colombia en el VI Congreso Internacional en Bogotá. Algunos de mis textos han sido traducidos al italiano y al portugués. Daniel Ávila es mi verdadero nombre.
26 comentarios:
Queridos lectores, les pido disculpas por la tardanza del cuento de hoy. Una circunstancia se me atravesó en el camino y me impidió publicar cumplidamente, como suelo hacer.
En todo caso, aquí está el cuento.
Gracias, Esteban.
Un micro, que deja mucho a la imaginacion e interpretacion personal... pero creo que el titulo no me cuadra del todo..
Besos.
Mortal y suicida, sin duda.
Beso
Masoquista!
Yo supongo que el título se debe a la forma de tragedia de la narración. Me gusta el doble sentido del final y me remite irremediablemente a la Odisea. Me gusta.
Ésta sí me gustó.
y todos sabemos lo que pasó: si no estás atado al mástil, el canto de las sirenas suele ser trágico.
muy bueno.
¿Grabaste el concierto de la sirena, Esteban? No estaría nada mal escucharlo...
Un saludo.
Cortito y al pie. Ni una palabra de más. Muy bien!
DEja una grata sensación y le da un poco de trabajo a la imaginación.
Me cuesta un poco disfrutar estos micros tan micros, pero es muy ingenioso, qué duda cabe.
Un abrazo Esteban
Ángela, ¿no te cuadra? ¿Y eso?
Alís, mortal y suicida. ¿Sinónimos o antónimos? ¿Te atreves a responder?
Quimera, como todos los hombres.
Baizabal, sin duda, La Odisea es el referente. Buen lector.
Deivi, ¿y cuál no?
José Manuel, la belleza puede ser tan traicionera...
Daniel, gracias. Pensé que estos tan breves no eran tan de tu agrado.
Víctor, quise, pero terminé tapándome los oídos y no las escuché. Cuando fui a ver dónde estaba la grabadora, la vi en el río, llevándose con mis recuerdos.
Martín, al pie, eso me gusta. Un abrazo.
Lau, para eso está la imaginación: para que la pongamos a trabajar.
Jesús, gracias. Es cierto que al ser tan cortos cuesta un poco sacarles el jugo, por eso se debe ser muy preciso y no caer en el problema que hablamos la vez pasada: el del aforismo. Si me preguntas, este, en mi concepto, sí es un cuento.
Me atrevo, claro, aunque no esperes una respuesta brillante, jeje.
Mortal y suicida no son sinónimos ni antónimos. En este caso, complementarios. Uno puede ser mortal y no suicida (la mayoría lo somos), pero un suicida debe ser, necesariamente, mortal, o sería siempre un suicida frustrado.
¿Esto responde?
Un beso
Responde, Alís, responde, pero te fuiste por el camino fácil. Un poquito de humor no vendría mal... Un beso.
Disculpe usted, no sabía que además quería humor... haberlo dicho.
(Aunque me temo que no habría sabido hacer humor con mortal y suicida. Confieso mis limitaciones)
¿Se le ocurre a usted una respuesta humorística a su misma pregunta?
Huy, Alís, tutéame, por favor que me siento regañado.
En todo caso, responderme a mí mismo me resultaría osado e incluso aburrido. Así que mejor paso.
jajajaja, Esteban, eso me suena a salida airosa para encubrir una cobardía (suena a palabra fuerte, pero tómala con suavidad, porque ésa es la intención).
En serio, llevo un buen rato pensando en algo divertido para responder a si mortal y suicida son sinónimos o antónimos... (quedé picada, jajaja), pero no se me ocurre. Si aparece algo, volveré a contarte. O si a alguno de tus lectores se les ocurre, podrían decirlo ¿te parece?
Cuando quieras, Alís, ¿qué dicen, lectores? ¿Se animan al debate?
Esteban y Alís, no entiendo bien cuál es el debate, pero ahí va mi participación:
Asistente médico
No tiene caso intentar nada, me dije mientras el rescatista introducía en mi boca el tubo aquel con que intentaba regresarme a la vida.
No obstante mi renuencia a vivir, lo asistí obediente en las maniobras de reanimación hasta que, tras poco más de media hora de lucha sin sentido, aceptó su derrota:
—Basta, no tiene caso intentar nada –dije con la tranquilad de quien ha cumplido con la responsabilidad de ser médico.
Saludos.
Creo justo darte las gracias por haberme inspirado la última entrada.
Aunque temo que tampoco me salió divertido...
Besos.
José Manuel, si tú no entendiste el debate, pues yo no entiendo ni jota de lo que dijiste ni por qué lo dijiste.
Alís, un placer. Un abrazo.
El mortal se lo puso en bandeja a la sirena y ellas, todos lo sabemos, las pillan al vuelo.
Genial ;-)
Besito.
¡Bien dicho, Ananda!
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