miércoles, 25 de agosto de 2010

Destino

El hombre desafortunado se ha dado a la tarea de coleccionar amuletos. Su compilación abarca patas de conejo, talismanes, aretes de plata, corbatines, librillos místicos, mierda de paloma, collarines, tréboles de cuatro hojas, monedas antiquísimas, porcelanas de bronce, notas infantiles, flautas celtas, pañolones, pergaminos, pulseras de hilo, especias, medicinas ancestrales, relojes suizos del siglo XV, estampillas, zapatos de goma, sombreros bordados, botellas de anís, porciones de arroz, flechas indias, cojines, cuerdas de lino, cuadros aztecas, fuentes de jardín, atrapasueños, bufandas orientales, cáñamo y cerraduras. Su suertesin embargo aún no cambia.

14 comentarios:

josé manuel ortiz soto dijo...

Y ese ritmo terminará sepultado bajo su colección. Quizá entonces su suerte cambie.

Saludos.

Elo dijo...

Y no cambiará... Pero que intente con una limpia jajaja

Víctor dijo...

Ya lo dicen por aquí, que no por mucho madrugar amanece más temprano.

Un saludo internacional, Esteban.

Verónica Calvo dijo...

Interesante cuentito, Esteban, para ir añadiendo a la lista más y más.
Como siempre, tratando de encontrar fuera la "varita mágica" que cambie lo que no nos gusta en vez de ponernos a ello con tesón y compromiso.
Adentro, no afuera...

Un abrazo

Maite dijo...

Un ejemplo claro de la constante búsqueda errática del ser humano. Divertida viñeta daría este cuentito del "hombre sepultado por su suerte". Un abrazo.

Claudia Sánchez dijo...

Acertadísimo título para este divertido micro Esteban. ¡Me gustó!
Saludos,

Anónimo dijo...

OLA!!! MUY BUENOS DIAS. LA PRESENTE ES PARA INVITARLO A UNA ENTREVISTA PARA LA JAVERIANA STEREO. RECUERDA QUE EL PASADO 14 DE AGOSTO, SABADO, EN CORFERIAS UNA NIÑA (QUE SOY YO) LE HIZO UNA PAQUEÑA ENTREVISTA SOBRE SU LIBRO, Y LA CONVOCATORIA DE ILUSTRADORES POR PARTE DE LA EMPRESA FABRICCA INDUSTRIA CREATIVA Y CULTURAL.

PUES BIEN, MI NOMBRE ES PILAR MENDOZA, Y QUIERO ENTREVISTARLO PARA QUE LOS OYENTES CONOZCA SU TRABAJO; ADEMÁS NOS COMENTE SOBRE LO QUE ES NARRACIÓN-FICCIÓN.

ME ENCANTARIA QUE TUVIERA LA DISPONIBILIDAD ESTE VIERNES A LAS 9 DE LA MAÑANA EN LA JAVERIANA.

PARA QUE HAYA UNA MEJOR COMUNICACIÓN, ME PUEDE LLAMAR AL 312 8 04 04 36. O ESCRIBIRME AL CORREO dimena_828@hotmail.com

muchas gracias y espero su pronta respuesta.

PILAR MENDOZA
PERIODISTA
ALTO VOLTAJE DE JAVERIANA STEREO 91.9 FM.

Daniel dijo...

Qué cantidad de artilugios, y ninguno sirve, porque la suerte no puede inducirse. Buen micro, Esteban. Yo acabo de iniciarme en ésto y tengo unos cuantos escritos, quiero agarrarle cariño. Y, ah, por cierto, ¿no crees que podrías publicar algo los días martes y jueves? A tus lectores les encantaría :)

Esteban Dublín dijo...

José Manuel, creo que no encontraste mejor paradoja. La suerte, si nosotros no queremos, no cambia.

Quimera, así es.

Víctor, sabio y popular el refrán. Saludos para ti.

Ananda, el destino lo marcamos nosotros, porque no hay absolutamente nada que nos diga que ya está marcado. O sí, los santeros a quienes prefiero llamar cortasueños.

Esteban Dublín dijo...

Maite, el hombre está sepulado por su suerte si cree que su destino depende de ella. Besos.

Claudia, estaba dudando al final con el título, pero llegué a la conclusión de que era acertado.

Pilar, muchas gracias. Te escribí.

Skyline, ojalá le tomes cariño. Con respecto a las entradas de los martes y los jueves, ya tengo un cronograma que cumplo a rajatabla: Lunes, microscópicos; miércoles, inéditos; viernes, cuentos con nombre propio. Gracias por pasar.

Alís dijo...

Es que le faltan los búhos...

Y es que siempre faltará algo cuando busquemos la suerte fuera de nosotros mismos.

Ingenioso

Besos

Angela María dijo...

Asi somos, por lo general le damos la responsabilidad de nuestras cosas a otros, pero nunca a nosotros...

besos.

P.D: estare pendiende de la entrevista...

Esteban Dublín dijo...

Alís, faltan, aunque no hacen falta.

Angelita, muchas gracias. Veremos qué pasa. Un beso grande.

Esteban Dublín dijo...

No hay un futuro más prometedor que el que nosotros mismos nos labramos.