viernes, 3 de septiembre de 2010

Intercambio

—Te doy mi corazón —sentenció Paulette.
—¿Qué quieres a cambio? —preguntó escéptico el hombre.
—Sólo lo justo… —aseguró—. Tus tripas.

8 comentarios:

David Baizabal dijo...

Por supuesto. Bien, bien destrozado el lugar común.
Me gusta.
Un abrazo.

Víctor dijo...

¿Se trataba de Jack el destripador? ¿O destripaste tú mismo la exprexión "dar el corazón"?

Un saludo internacional.

Verónica Calvo dijo...

Si, era lo justo ^^

Un abrazo, Martín, hasta la vuelta.

Pablo Gonz dijo...

Sí, el amor también puede comprenderse como un intercambio de vísceras.
Un abrazo,
PABLO GONZ

Alís dijo...

¿Es un intercambio justo?
Quizá ninguno lo sea

Besos

Miguel dijo...

Pues la verdad es que no podía quehjarse ya que al menos en peso era lo justo.

Saludos

Esteban Dublín dijo...

Baizabal, de eso se trata. Gracias por pasar.

Víctor, se trata del amor, que nunca sabe cuándo entregar el corazón.

Ananda, no sé cómo sentirme una vez me comparas con Martín. Si muy bien porque mis cuentos se están pareciendo a los de él, o muy mal porque ni siquiera tienen una identidad propia. Besos.

Esteban Dublín dijo...

Pablo, ¿no lo es acaso?

Alís, digo lo mismo: es justo y lo estamos haciendo todo el tiempo en nuestras relaciones.

Miguel, poniendo ambos órganos en la balanza, seguro pesan igual.

Abrazos para todos.