viernes, 19 de agosto de 2011

Última voluntad

Todos me gritan loco por la calle, pero lo único que me interesa es que nadie se muera en este pueblo. Cada vez que veo a Juvenal tomándose sus tragos, le quito la botella y se la rompo. La señora Florencia ha dejado paulatinamente el cigarrillo gracias a mis terapias y, después de mil intentos, logré convencer a don Bosco que no saliera en la noche para que evitara un resfriado. Me agradecen, sí, pero me gritan loco, porque he salvado a chiquillos que estaba a punto de ser arrollados por algún vehículo o porque le quito la comida de la boca a la gente de algún restaurante si me doy cuenta de que la cocina no cuenta con las condiciones sanitarias adecuadas. Todo, claro está, arriesgando mi propia vida. La razón es simple: ante la inminencia de su muerte por sus frecuentes afecciones al corazón, mi mujer me ha pedido que le guarde la última tapia que queda en el cementerio del pueblo, justo para descansar al lado de la tumba de nuestra hija, fallecida años atrás. Pase lo que pase, haré lo que sea con tal de que nadie se muera antes que mi esposa. Loco, me dicen. Loco de amor por ella.

15 comentarios:

German Andrés Sarmiento dijo...

y si se muere el?
Muy interesante.
Saludos

Anita Dinamita dijo...

Qué bueno!!! Me ha recordado a la peli de Atrapado en el tiempo, Bill Murray salvando de la muerte a todo el pueblo, en este caso por una buena causa, un pedacito de tierra junto a la nena!
Besos

Esteban Dublín dijo...

Este micro está inspirado en una película que vi hace años, protagonizada por Jean Reno, llamada Para Rosseana.

César Socorro dijo...

El amor es capaz de mover montañas, ¿o era la fe?, da igual, lo cierto es que es una buena motivación y la fuerza motriz, la inspiración de bellas historias; como esta. Saludos.

Verónica Calvo dijo...

Te inspiraste muy bien. Y como siempre, muy bien dado el giro para sorprender.

Abrazos

Angela María dijo...

Un pedido bastante extraño...

Besos.

Elysa dijo...

No conseguía recordar el nombre de la peli, Esteban. Tu micro me la recordó.
Muy bien contando, me sorprendió el final y me gustó ese amor incondicional y "loco".

Besitos

Aronson dijo...

¡Qué responsabilidad! Es agotador leerlo
Beso

Claudia Sánchez dijo...

Je! menos mal que vive en un pueblo, que si llega a ser ciudad...
Abrazos amigo,

SANDERS LOIS LOZANO SOLANO dijo...

Hola Esteban. Me pareció muy bueno. Te felicito. Una pregunta: cuando hablas de “dos bosco” ¿a qué te refieres?

Esteban Dublín dijo...

Germán, eso habría que escribirlo.

Anita, yo no puedo hacer otra cosa que recordar a Jean Reno. Un beso.

César, la fe mueve montañas, pero creo que el amor mueve ciudades. ¿No te parece?

Ananda, esa película la vi cuando era muy niño y aun recuerdo la bella historia.

Esteban Dublín dijo...

Angelita, un pedido hecho desde la locura del amor.

Elysa, si la viste, como yo, seguro estabas obsesionada con encontrarla en alguna tienda que recoja joyas del cine olvidadas.

Gi, agotador es tratar de salvar la vida a todos los que viven en tu pueblo. Un beso.

Vaya, Claudia, pusiste el dedo en la llaga. En ese caso, que se multiplique Jean Reno. Un beso. Un gusto verte de nuevo por aquí.

Gracias, Sanders. Con respecto a tu pregunta, fue un descuido. No es dos Bosco, sino don Bosco. Gracias por pillar el errorcillo. Ya está corregido. Un abrazo.

SANDERS LOIS LOZANO SOLANO dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
SANDERS LOIS LOZANO SOLANO dijo...

TAL COMO LO PENSÉ. ES UN ERROR FRECUENTE, PORQUE COMO AUTOR, TENEMOS UNA TENDENCIA A LEER LO QUE ESTÁ EN NUESTRAS MENTES Y NO LO QUE REALMENTE PLASMAMOS EN EL PAPEL. NO SÉ SÍ A TI TE PASE CON FRECUENCIA. A MÍ ME PASA TODO EL TIEMPO. ABRAZOS.

Esteban Dublín dijo...

Me pasa, Sanders, claro que me pasa. Un abrazo.