viernes, 7 de octubre de 2011

Duelo en alta mar

La previa del alba impide divisar con claridad la disputa presentada en las lejanías de la costa. El pez ha mordido el anzuelo, pero una fuerza sobrenatural entorpece la labor del marino, que gira la caña sin darse un respiro. Cuando el pescador cree tenerla dominada, la bestia arrecia con ímpetu hacia las profundidades y cuando el gigantesco cetáceo intuye que será libre, la firmeza del anzuelo lo arrastra hacia la superficie. Horas de intensos forcejeos, derivan en la escena final del enfrentamiento: el pescador tendido sobre su barca, agotado y adormecido sin poder ver el producto de su pesca, y una robusta sirena tiritando sobre la madera, mientras el amanecer le va arrancando el último aliento.

4 comentarios:

SANDERS LOIS LOZANO SOLANO dijo...

Me gusta la estructura, pero, con respeto, creo que hay que replantear los conceptos de pez y cetáceo.

Esteban Dublín dijo...

Hola, Sanders. ¿Por qué crees eso?

SANDERS LOIS LOZANO SOLANO dijo...

me refiero a que los peces no son cetáceos.

Esteban Dublín dijo...

Son diferentes, Sanders, pero es posible encontrar a ambos en una lucha marina, ¿no te parece?