Hace poco ya que La Inter cumplió sus dos años. Ustedes no imaginan la cantidad de correos que pasaron entre los que planteamos la iniciativa antes de que fuera lanzada. Sin embargo, para aquellos curiosos, quisiera mostrarles el primer logo que se propuso para la página e, incluso, un nombre que se quedó a mitad de camino. Ambas propuestas son producto del trabajo de Fernando Remitente, el verdadero (y primer) impulsor de la revista que hoy por hoy recibe un promedio de 30 mil visitas al mes. Después de tanto tiempo, debo confesar que verlas me produce un poco de nostalgia. ¿Qué dicen ustedes?
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5 comentarios:
Si te digo la verdad, Esteban, no recordaba ni esa imagen ni el otro nombre propuesto. Me gustan ambos, aunque estoy tan acostumbrado a la Inter y su logo... Después de tantos correos cruzados (algún día los contaré) tengo ganas de que te dejes caer por España y que al fin podamos conocernos en persona. Un abrazo desde el otro lado del charco.
Esteban, a dos años, La Inter es un referente en el microrrelato.
Un gusto ser parte de ella.
Saludos.
Pues todos eso correos cruzados han merecido la pena. Es un trabajo del que disfrutamos muchos.
Besitos
Nada de verdadero impulsor, Esteban. Recuerdo haber tenido una vaga idea que ni siquiera era parecida a lo que se ha convertido la Internacional Microcuentista al final. Verdaderos impulsores somos todos. Tanto los que fundamos la revista como los que después se han incorporado al Comité Editorial.
Abrazos internacionales.
Víctor, ha pasado mucho tiempo y tantos, tantísimos correos se han cruzado, que es difícil hacerle un espacio en la memoria a tanta información. Recibe mi abrazo de respuesta.
Manolo, es un gusto que para mí que hayas aceptado esta invitación y que te la hayas tomado tan en serio. Eres vital para La Inter.
Elysa, te lo agradezco. La verdad es que lo disfrutamos muchísimo aunque no recibimos ningún tipo de retribución económica. Amamos lo que hacemos y eso se refleja en el crecimiento de la revista.
Fernando, como te dije por ahí, lanzaste la estrella y tuvimos la fortuna de seguirla. Un abrazo enorme.
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