viernes, 7 de septiembre de 2012

Mujeres III

A Lilian, 
 la bella de sangre contraria 

¿Por qué insisten los hombres en condenarme como gemela del pecado? No contentos con crear la historia, me señalan como falsa, curiosa y desatadora de todos los males que pesan sobre la humanidad. ¿Dónde dejan entonces su consabida capacidad de elección, su superioridad manifiesta sobre la mujer, su terquedad frente a las claras advertencias de los que consideran divinos? No olviden que yo, la Pandora inquieta, soy fruto de la venganza de un dios frente a la acción de un mortal. Sea como sea, ambos exponentes de su género. ¡Hombres sin ley! A buena hora decidí cerrar la caja. No merecen esperanzas.

6 comentarios:

Angela María dijo...

Por un momento pense en Calipso.
Las historias de esta semana me han dejado pensando mucho.

un Beso

Abol dijo...

Muchas gracias por la dedicatoria, querido amigo.
Precioso el texto.
Un abrazo primaveral
Lilian

El Eskimal dijo...

Pandora, quizá la esperanza la dejó por miedo a lo desconocido, no sabía qué más iba a salr de la caja y la tuvo atrapada. Je, ya para una próxima Pandora, hay una historia para no repetir. Abrazos Esteban.

Esteban Dublín dijo...

Angelita, válido. Quizá en otra ocasión renombremos el mito.

Lilian querida, gracias a ti, por ser fuente de inspiración. Abrazos hasta Chile.

Eskimal, la historia de Pandora me sigue pareciendo fascinante. La mitología griega sigue siendo fuente inagotable de nuevas historias.

Elysa dijo...

Sí, me gusta esta respuesta de Pandora, bastante coherente además.

Besitos

Esteban Dublín dijo...

Elysa, en la reinterpretación está el placer.