viernes, 20 de junio de 2008

Documento en blanco

Nada de lo que el cuentista escribía después lograba ser más elocuente que su título.

5 comentarios:

Disentería dijo...

Por eso hay que escribir el título despues... jejeje

Me acuerdo de un texto de woody Allen. Creo que se llama "para acabar con la tragedia griega". Son unos payasos y uno de ellos es director de teatro y tiene problemas existenciales porque escribe sus historias pero no les encuentra final, cuando el otro payaso le propone que comience por el final el anterior le responde que de esa manera consigue obtener historias que no tienen principio... El texto es muy bueno sobre todo porque al final el actor que hacía el papel de dios se ahorca con el arnés.

Esteban Dublín dijo...

De acuerdo, Alex, el título debe escribirse después. Y ese cuento de Woody Allen está genial. No lo conocía, la verdad. Un saludo.

Esteban Dublín dijo...

Ese (...), Juan, incluso es un mejor título para el cuentista. Un saludo.

Cintia Lepere dijo...

¡Me encantó! Breve y contundente.

¿Te puedo dejar un cuentito mío?

Cartas de amor
Las palabras brotaban rápidas, claras, contundentes... La pluma iba marcando sobre el papel un camino de tinta directo al corazón de la destinataria. Imaginó su rostro al leer aquellas frases, un poco cursis pero sinceras. Tomó la hoja de papel y sopló suavemente para que la tinta se seque. La dobló cuidadosamente y la introdujo en un sobre alargado, blanco inmaculado. Abrió el último cajón del escritorio y la arrojó allí, junto a las cientos de confesiones de amor escritas que jamás enviaría.


Besos

Cintia
http://blogs.clarin.com/enprimera persona

Esteban Dublín dijo...

Ey, qué lindo cuento, Cintia. ¿No te gustaría participar en 'El dinosaurio'?