lunes, 31 de agosto de 2009

Media naranja

Esperando su otra mitad, se pudrió.

30 comentarios:

Walter dijo...

Espero que la búsqueda haya implicado un proceso de prueba y descarte, al menos.

Grande Esteban.

SIL dijo...

Naranjas!!
que te has lucido en éste...
Espero que no me pase.
BESO.

Lucía dijo...

No se puede vivir en espera, en latencia. Quizá el amor que comenzó siendo uno más, termine siendo el anhelado.
Un saludo!

Verónica Calvo dijo...

Vaya!!! es lo que tiene andar buscando, que nada suele venir bien. También pudiera ser que la hubiera encontrado exprimida. Saludos, Esteban.

Víctor dijo...

Total, Esteban, total. He leído unos cuantos por ahí en seis palabras, y el tuyo está en el Top 5. Muy bueno.

Saludos lelos!!!

Martín Gardella dijo...

Seis palabras. No hace falta más!

Nightwriter dijo...

A lo mejor, esa otra mitad estaba tan cerca que nunca la vió...

Muy bonito relato Sr Esteban, re-cortito pero sustancionso...

Una saludo!!!

Tereza dijo...

Me fascinan tus cuentitos. Eres definitivamente mi favorito!

Nancy dijo...

Suele suceder. Excelente cuento.

●•• √эиuⓩ ••● dijo...

Campanula... Jejeje, hoy conozco algo más de ella.

Y empiezo a conocer un maravilloso escritor.

Saludos, que buen cuentito!

Javier Ortiz dijo...

A veces por ser muy exigentes, el tiempo nos gana.

¡Muy bueno!

Fernando Ramos dijo...

Conozco gente así, pero la mayoría son mujeres, se quedan toda la vida esperando a su media naranja.

Saludos

Esteban Dublín dijo...

Walter, mmmmmmm, eso sólo lo puede decir aquel(lla) que se haya quedado esperando. Pero por lo que conozco, podría decir que no. Sólo esperaba el tren pasara, pero por exigente se quedo en soledad.

Sil, si no quieres, no te pasa. Un beso para ti.

Lucía, al amor hay que agarrarlo cuando aparece. Eso de ponerse con pendejadas de ver a ver si es o no es no vale la pena. Hay que entrgarse con todo y si no funciona, pues empezar de nuevo.

Ananda, eso también pudo pasar. Exprimida de tanto vivir. Eso, a la larga, es mejor que podrirse esperando.

Víctor, ¡muchas gracias! Ni siquiera me había dado cuenta que eran seis palabras.

Martín, pues gracias, hombre. Siempre feliz de que pases.

Esteban Dublín dijo...

Nightwriter, sí, a lo mejor. Si fue así, bien hecho. ¡Por cobarde!

Tereza, gracias. Muchas gracias.

Nancy, yo esperaría que no sucediera. Silvio Rodríguez bien dice: "La cobardía es asunto de los hombres, no de los amantes. Los amores cobardes no llegan a amores o a historias, se quedan allí. Ni el recuerdo los puede salvar". Yo estoy de acuerdo con él.

Venus, pues entonces bienvenida. Estas puertas siempre estarán abiertas de par en par.

Fernando, no creas. Hay hombres también que se quedan esperando. Unos cobardes enormes.

Esteban Dublín dijo...

Ah, Javier, se me olvidó contestarte: perdón. El tiempo no nos gana. Nosotros somos los que dejamos pasarlo. Un abrazo y siempre bienvenido por aquí.

Ana dijo...

Sr. Dublín, me encantaría contarle la historia de el hombre que perdió a la mujer de sus sueños por no romper el hielo. Lo oí cuando estaba en el colegio.
Un beso

Sandra dijo...

Este cuento me fascinó. Me dió una idea tan gráfica que lo de pudrirse lo vi claramente. Claro, si te sentís incompleto, como una naranja partida a la mitad, a menos de que estés en el congelador y cubierto con el plástico que se usa para cubrir los alimentos, que no recuerdo cómo se llama, pues te dañás, es inevitable. Qué nivel, don Esteban! Máximo!

Esteban Dublín dijo...

Ana, estoy atento. Cuéntamela.

Sandra, eso de estar buscando y buscando el amor es una mentira, porque el amor es el que nos encuentra. Hay que dejar que llegue. Un abrazo.

Julibelula dijo...

Ouch...

yacasinosoynadie dijo...

de nuevo tengo que escribir: pasa en las películas, pasa en la vida real, pasa en TNT...

Campanula dijo...

Mientras buscaba su otra mitad, debio buscar tambien su otro cuarto y quizas a este si lo encontraba, aunque el amor no se busca, el amor siempre llega.
un abrazo

Esteban Dublín dijo...

Julibelula, qué dolor, ¿no?

Jorge, y yo siempre encantado de que vuelvas al papel.

Campa, tú lo has dicho.

maggie mae dijo...

jajaja, buenísimo.

Esteban Dublín dijo...

¡Miren quién volvió! Maggie, qué gusto tenerte por aquí de nuevo. Un beso grande.

Rebeca Gonzalo dijo...

Y es que eso del príncipe azul es una utopía.

Esteban Dublín dijo...

Sechat, sí es una utopía, pero hay mujeres que lo siguen esperando. Y ya sabemos qué es lo que pasa: se pudren esperando.

Naida dijo...

¡Pobre media naranja!
Muy bueno, seguiré leyendo tus cuentos.

Esteban Dublín dijo...

Naida, cuando quieras. Estas es tu casa.

MA[R]CO dijo...

lo peor es cuando algunos encuentran un medio lim'on y es muy tarde ya cuando se dan cuenta.

Esteban Dublín dijo...

Bien dicho, Marco. Abrazos.