¡Vaya, vaya! Nunca me esperé una recepción así con este cuento.
Sil, de verdad verdad: muchas gracias. Un abrazo de vuelta.
Andrés A., muchas gracias.
Mauro, creo que me queda grande ese título. Yo estoy en la etapa de aprendiz.
No comments, muchísimas gracias. Un saludo de todos los cuentitos.
Fernando, primero que todo, una alegría tenerte de vuelta. Creo lo mismo que tú. Las metaficciones me gustan más al principio, pero definitivamente prefiero las historias sin referencias anteriores.
Deigar, no sabes cómo me alegran tus felicitaciones.
Angry Girl, ¡es cierto! Siempre vamos por la parca aunque no sepamos que vamos para allá.
Walter, viniendo de ti, el halago es doblemente halagador.
Jabier, ¡mi hermano! ¡Qué lindo verte por aquí! Sabes que esta es tu casa.
Johan, lo dices mejor que el cuento. Es imposible olvidar la muerte, aún cuando sabemos que ella se ha olvidado de nosotros.
Campanula, tu sonrisa me alegra el espíritu.
Alejandro, merci. Me alegra mucho.
Ananda, tan real como que la muerte a veces también se quiere ir a descansar. Estar trabajando todos los días a lo largo de tantos siglos debe ser agotador.
Alberto, o más bien, la vejez como método: insoportable.
Tereza, tus palabras no sólo me llenan de aliento, sino de ganas para seguir involucrado en este mundillo delicioso que son las minificciones.
Hola Esteban, me alegra que te guste mi cuento, es algo sencillo. Y te doy la razón en cuanto a lo sugerente del título, en ese momento andaba deprisa y luego ya habían comentado y no logré cambiarlo. Gracias por tu opinión.
Estaba espiando "Los cuentitos que pasan por aquí" para ver qué más encuentro en tus recomendaciones, y mirando al costado me volví a chocar de nuevo con este cuento. Otra vez me sorprendió.
Es fantástico que algo tan chico tenga tanto contenido.
Lector, antes que nada. Publicista. En 2008, realicé el Taller de Microliteratura en La Escuela de Escritores de Madrid. Mis microrrelatos han sido elegidos para componer antologías latinoamericanas, publicados en diferentes revistas impresas y digitales, y premiados en Chile, Argentina y España. En 2010, la editorial Adéer Lyinad publicó mi libro Preludios, Interludios y Minificcciones. Representé a Colombia en el VI Congreso Internacional en Bogotá. Algunos de mis textos han sido traducidos al italiano y al portugués. Daniel Ávila es mi verdadero nombre.
28 comentarios:
Ojalá pudieras escuchar mis aplausos.
Brillante!
Un abrazo.
Uahhhh... Este es de los mejores.
¡Maestro!
Ocurrente al máximo. Muy bueno Esteban.
Un saludo indio
Me gusta mucho cuando se le da vuelta al lugar común, entonces se convierte en algo original.
Buen texto Esteban, felicitaciones.
Saludos
Mis más sinceras felicitaciones! bravo! Encantador jeje
Saludos
que bueno! siempre vamos por ella
Buenísimo Esteban!!!
fabuloso hermano.
Vine por tí
Un saludo afectuoso
Jabier.
Ya vio que hay veces que la muerte se olvida de algunas personas, pero ellas, tan educadas, nunca olvidan a la muerte.
Salú pue.
jajaja que agradable, me hiciste sonreir
Oui, muy bien. Me gusta.
Tan real como muchas vidas mismas, Esteban. En tan pocas palabras toda una historia para pensar. Muy bueno, sí señor ;-)
La muerte como destino.
Inevitable...
En serio que eres lo mejor para el microrelato! Me impresionas cada vez que te leo! Concuerdo con los demás, este ha sido uno de los mejores.
¡Vaya, vaya! Nunca me esperé una recepción así con este cuento.
Sil, de verdad verdad: muchas gracias. Un abrazo de vuelta.
Andrés A., muchas gracias.
Mauro, creo que me queda grande ese título. Yo estoy en la etapa de aprendiz.
No comments, muchísimas gracias. Un saludo de todos los cuentitos.
Fernando, primero que todo, una alegría tenerte de vuelta. Creo lo mismo que tú. Las metaficciones me gustan más al principio, pero definitivamente prefiero las historias sin referencias anteriores.
Deigar, no sabes cómo me alegran tus felicitaciones.
Angry Girl, ¡es cierto! Siempre vamos por la parca aunque no sepamos que vamos para allá.
Walter, viniendo de ti, el halago es doblemente halagador.
Jabier, ¡mi hermano! ¡Qué lindo verte por aquí! Sabes que esta es tu casa.
Johan, lo dices mejor que el cuento. Es imposible olvidar la muerte, aún cuando sabemos que ella se ha olvidado de nosotros.
Campanula, tu sonrisa me alegra el espíritu.
Alejandro, merci. Me alegra mucho.
Ananda, tan real como que la muerte a veces también se quiere ir a descansar. Estar trabajando todos los días a lo largo de tantos siglos debe ser agotador.
Alberto, o más bien, la vejez como método: insoportable.
Tereza, tus palabras no sólo me llenan de aliento, sino de ganas para seguir involucrado en este mundillo delicioso que son las minificciones.
Hola Esteban, me alegra que te guste mi cuento, es algo sencillo. Y te doy la razón en cuanto a lo sugerente del título, en ese momento andaba deprisa y luego ya habían comentado y no logré cambiarlo. Gracias por tu opinión.
Saludos.
La muerte ansiosa como siempre. Muy bueno!
Deigar, sólo es una sugerencia. A la larga recuerda que es tu cuento. Un saludo para ti también.
Martín, más bien como pasiva esta vez, ¿no te parece?
WOW.. que buen cuento... que brevedad TAN inteligente... abrazo Esteban...
Jorge, muchas gracias. A veces la muerte es una buena aliada de la brevedad. Para qué digo que no.
Ostia, Esteban. Éste me lo perdí por estar de vacaciones. Y es bueno, muy bueno. Buen relato de suicida.
Saludos lelos!!!
Gracias, mi querido Víctor. Bien merecidas tenías esas vacaciones.
No deberias de buscarme -Replico la muerte-
Ya es tarde para ambos, vamos en el mismo viaje -Concluyo el anciano.
Excelente réplica, Gocase. Gracias por pasar.
Estaba espiando "Los cuentitos que pasan por aquí" para ver qué más encuentro en tus recomendaciones, y mirando al costado me volví a chocar de nuevo con este cuento. Otra vez me sorprendió.
Es fantástico que algo tan chico tenga tanto contenido.
Lo voy a seguir releyendo de vez en cuando.
Walter, pásate todas las veces que quieras. Siempre habrá TIEMPO para que lo veas. ¿O no?
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