lunes, 3 de agosto de 2009

Tiempo

—¿Qué haces aquí? —preguntó la muerte.
—Me cansé de esperarte —respondió el anciano—. Vengo por ti.

28 comentarios:

SIL dijo...

Ojalá pudieras escuchar mis aplausos.
Brillante!
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Uahhhh... Este es de los mejores.

Mauricio Duque Arrubla dijo...

¡Maestro!

David Moreno dijo...

Ocurrente al máximo. Muy bueno Esteban.

Un saludo indio

Fernando Ramos dijo...

Me gusta mucho cuando se le da vuelta al lugar común, entonces se convierte en algo original.

Buen texto Esteban, felicitaciones.

Saludos

Deigar dijo...

Mis más sinceras felicitaciones! bravo! Encantador jeje

Saludos

Andrea Carolina dijo...

que bueno! siempre vamos por ella

Walter dijo...

Buenísimo Esteban!!!

Jabier dijo...

fabuloso hermano.

Vine por tí

Un saludo afectuoso

Jabier.

Johan Bush Walls dijo...

Ya vio que hay veces que la muerte se olvida de algunas personas, pero ellas, tan educadas, nunca olvidan a la muerte.

Salú pue.

Campanula dijo...

jajaja que agradable, me hiciste sonreir

Alejandro Ramírez Giraldo dijo...

Oui, muy bien. Me gusta.

Verónica Calvo dijo...

Tan real como muchas vidas mismas, Esteban. En tan pocas palabras toda una historia para pensar. Muy bueno, sí señor ;-)

Citopensis dijo...

La muerte como destino.

Inevitable...

Tereza dijo...

En serio que eres lo mejor para el microrelato! Me impresionas cada vez que te leo! Concuerdo con los demás, este ha sido uno de los mejores.

Esteban Dublín dijo...

¡Vaya, vaya! Nunca me esperé una recepción así con este cuento.

Sil, de verdad verdad: muchas gracias. Un abrazo de vuelta.

Andrés A., muchas gracias.

Mauro, creo que me queda grande ese título. Yo estoy en la etapa de aprendiz.

No comments, muchísimas gracias. Un saludo de todos los cuentitos.

Fernando, primero que todo, una alegría tenerte de vuelta. Creo lo mismo que tú. Las metaficciones me gustan más al principio, pero definitivamente prefiero las historias sin referencias anteriores.

Deigar, no sabes cómo me alegran tus felicitaciones.

Angry Girl, ¡es cierto! Siempre vamos por la parca aunque no sepamos que vamos para allá.

Esteban Dublín dijo...

Walter, viniendo de ti, el halago es doblemente halagador.

Jabier, ¡mi hermano! ¡Qué lindo verte por aquí! Sabes que esta es tu casa.

Johan, lo dices mejor que el cuento. Es imposible olvidar la muerte, aún cuando sabemos que ella se ha olvidado de nosotros.

Campanula, tu sonrisa me alegra el espíritu.

Alejandro, merci. Me alegra mucho.

Ananda, tan real como que la muerte a veces también se quiere ir a descansar. Estar trabajando todos los días a lo largo de tantos siglos debe ser agotador.

Alberto, o más bien, la vejez como método: insoportable.

Tereza, tus palabras no sólo me llenan de aliento, sino de ganas para seguir involucrado en este mundillo delicioso que son las minificciones.

Deigar dijo...

Hola Esteban, me alegra que te guste mi cuento, es algo sencillo. Y te doy la razón en cuanto a lo sugerente del título, en ese momento andaba deprisa y luego ya habían comentado y no logré cambiarlo. Gracias por tu opinión.

Saludos.

Martín Gardella dijo...

La muerte ansiosa como siempre. Muy bueno!

Esteban Dublín dijo...

Deigar, sólo es una sugerencia. A la larga recuerda que es tu cuento. Un saludo para ti también.

Martín, más bien como pasiva esta vez, ¿no te parece?

yacasinosoynadie dijo...

WOW.. que buen cuento... que brevedad TAN inteligente... abrazo Esteban...

Esteban Dublín dijo...

Jorge, muchas gracias. A veces la muerte es una buena aliada de la brevedad. Para qué digo que no.

Víctor dijo...

Ostia, Esteban. Éste me lo perdí por estar de vacaciones. Y es bueno, muy bueno. Buen relato de suicida.

Saludos lelos!!!

Esteban Dublín dijo...

Gracias, mi querido Víctor. Bien merecidas tenías esas vacaciones.

GOCASE dijo...

No deberias de buscarme -Replico la muerte-
Ya es tarde para ambos, vamos en el mismo viaje -Concluyo el anciano.

Esteban Dublín dijo...

Excelente réplica, Gocase. Gracias por pasar.

Walter dijo...

Estaba espiando "Los cuentitos que pasan por aquí" para ver qué más encuentro en tus recomendaciones, y mirando al costado me volví a chocar de nuevo con este cuento. Otra vez me sorprendió.

Es fantástico que algo tan chico tenga tanto contenido.

Lo voy a seguir releyendo de vez en cuando.

Esteban Dublín dijo...

Walter, pásate todas las veces que quieras. Siempre habrá TIEMPO para que lo veas. ¿O no?