domingo, 1 de noviembre de 2009

Ocupado

“Discúlpeme, me muero de vergüenza con usted, pero en este momento me queda imposible atenderlo. Justo ahora estoy lleno de trabajo y no sé a qué hora me desocupe. Yo lo estoy llamando a ver en qué momento podemos cuadrar una cita, ¿le parece?”. Entonces, triste y cabizbajo, el amor dio vuelta y se fue.

26 comentarios:

María Isabel Gómez Castillo dijo...

¿Tiene que ver con tu historia, este corto y bello cuento?
Precioso.
Un fuerte abrazo.
Isabel

Martín Gardella dijo...

Buena historia para invitarnos a pensar. Saludos

Elo dijo...

Un poco conmovedora... Pero no deja de ser una hermosa historia

Campanula dijo...

Que bueno que estés de regreso, y con el amor por delante, siempre es bueno leerte.
un abrazo

Víctor dijo...

Tengo una duda, Esteban: ¿el amor es quien habla, o sólo quien escucha? Lo digo porque las dos opciones me parecen plausibles. En el primer caso te diría que tienes razón, que el Amor tiene un montón de trabajo. Tanto como el Odio. En el segundo caso te diría que nadie es profeta en su tierra, y que es triste que el Amor no pueda ser corespondido. Te dejo, a cambio, otra historia de (des)amor:

http://realidadesparalelos.blogspot.com/2009/06/infidelidades.html

Un saludo.

Verónica Calvo dijo...

Ocurre muy a menudo, Esteban. Y ya ves cómo es el amor, que ni se ofende, sólo acepta. Por eso cuando encuentra brazos abiertos y corazón latente, se instala con tal alegría que la vida se vuelve más amable y hermosa.
Te felicito por este cuentito... muy reflexivo.
Un saludo y me alegro de encontrarte mejor.

Anónimo dijo...

Vengo a toda prisa para contarte que dejé en mi blog un "premio" parte de una cadena. Aclaro que no me gustan, y que no hay nada obligatorio y absurdo que seguir, pero yo me enganché dejando una pequeña reseña de mis blogs más queridos, y por eso vengo a avisarte. ¡Cariños!

Esteban Dublín dijo...

Isabel querida, tiene que ver con todos los que alguna vez nos hemos dado al amor. Abrazos.

Martín, qué bueno, mi amigo. Saludos.

Quimera, puede ser hermosa, pero diría más bien que reflexiva.

Campa, el amor está por delante siempre, mi querida. Pase lo que pase.

Víctor, la respuesta en ambos casos es negativa. El amor, más que un hablante o escucha, en este caso es una metáfora. Está ahí presente, pero en realidad es más bien una historia acerca de cómo rechazamos a otra persona cuando llega en algún momento y no nos detenemos a atenderla, aún sospechando que podría ser la persona más importante de nuestras vidas. Por otra parte, no pude ver tu historia. Algo pasa con el enlace. Te dejo un abrazo.

Ananda, el amor, siempre tan noble y tan ingenuo. Así es: sólo acepta, pero es que no le queda de otra. Si alguien lo quiere, él llega. Si alguien no lo quiere, no hay más remedio: se tiene que ir. Aceptar su derrota y emprender un nuevo camino.

Lauri, gracias por tu premio. Lo recibo encantado.

Naida Saavedra dijo...

Ah, pobrecito el amor. A veces es muy rechazado. Pero no importa, el tonto es el ocupado.
Un abrazo, Esteban. Te sigo leyendo :o)

Esteban Dublín dijo...

Gracias, Naida. Estoy pendiente de tu umbral, ¿vale?

yacasinosoynadie dijo...

el amor es bien susceptible, pero aguanta maltrato y desplantes... de eso estoy seguro....

Esteban Dublín dijo...

Todos, Jorge. Todos los que tú quieras.

Zarache dijo...

Trabajo por amor... A mi parecer, Mala elección.

Esteban Dublín dijo...

Lau, y cuántas veces pasa, todos los días, a toda hora. Besos y bienvenida por aquí.

India Ning dijo...

No era el momento, obviamente. Cada cosa a su tiempo, y lo más honesto es una actitud como esta.

Saludos!!!

Esteban Dublín dijo...

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Noooooooooo, India!!!!!!!!! Al amor no hay que esperarlo. Hay que recibirlo cuando llegue, así sea sin avisar. ¿Qué tal que nunca vuelva a tocar a tu puerta?

Elo dijo...

Pero no siempre la toca para bien... :S

Esteban Dublín dijo...

No importa, Quimera. Joubert dice: "El que se arriesga puede perder mucho. El que no se arriesga lo pierde todo".

Zarache dijo...

Coincido con Esteban: hay que recibirlo cuando llegue, nunca se sabe si habrá otra oportunidad. Alguna puerta será la correcta. O eso espero. Nada vale lo suficiente como para tener una vida sin amor.

Esteban Dublín dijo...

Tú lo has dicho, Lau. No tengo nada que agregar.

Salemo dijo...

Bueno, me toca leer tu relato en el momento justo.
Voy a tratar de canalizar, utilizar y abusar del concepto implícito para ver si salgo del atolladero en que me encuentro.
Vendría a ser para mí, algo así como un cuento terapéutico.
Veremos si me cura.

Esteban Dublín dijo...

Úsalo como más te convenga, mi querido Miguel Ángel. Y si te sirve de terapia, te lo regalo.

CarolinaVK dijo...

Hace rato no pasaba por acá, y este cuento me mató. Es posible que haya acabado de tener esa misma conversación.

Esteban Dublín dijo...

Huy, Caro, entonces revalúa. Actúa a tiempo, que el amor tal vez sólo llegue una vez. Y no vuelva.

Qué rico verte de nuevo. No te pierdas tanto.

sacuva dijo...

hola esteban , me gusto entre sus post este en especial, apunta con un gritico maravilloso a situaciones que pasan por nuestra vida. Lo invito a visitar : www.fragmentosdistanciasyformas.blogspot.com
y a todos sus amigos.

Esteban Dublín dijo...

Sacuva, te agradezco la visita. Y gracias por tu invitación. Esta es tu casa.