miércoles, 12 de mayo de 2010

Profundidad

Hace mucho tiempo, la ribera de Petrelia era uno de los lugares de mayor proyección turística en el mundo. Para ir, se debía reservar con varios meses de anterioridad y no había un solo día en el año que no estuviera colmado de gente. Su apogeo, en todo caso, era más que lógico: la persona que se sumergía en sus mares y nadaba hasta el fondo de ellos podía encontrar una idea. Los turistas entraban una y otra vez y sacaban ideas originales que luego usaban en su vida personal, profesional o artística. Como era de esperarse, fue un éxito comercial apabullante. Con el paso de los años, sin embargo, el número de ideas que quedaba en el fondo de los mares de Petrelia fue disminuyendo y, del mismo modo, el de visitantes. Lo que todos desconocen es que en un nivel todavía inexplorado, el mar se extiende millones de millones de kilómetros con ideas que habitan intocadas en sus profundidades.

22 comentarios:

josé manuel ortiz soto dijo...

Esteban, interesante el dato: en mi país la mayoría de políticos necesitan de buenas ideas, pero si no las encuentran existe la posibilidad de que se ahoguen (lo que ya sería ganancia). Ojalá la vida fuera un cuento.

Saludos.

Víctor dijo...

Me metes muy bien en la historia pero la salida es un poco brusca. Como que me faltó algo. Pero repito: me metes muy bien en la historia. Y eso me gusta.

Un abrazo.

Verónica Calvo dijo...

Me parece que las ideas que se llevaron, visto lo visto, no eran las mejores (o no supieron entenderlas), así que esas que están de momento lejanas, que sigan intactas hasta que sepamos dar un buen uso, no te parece???

Un abrazo.

Propílogo dijo...

Me gusta.
Incluso puede pensarse que ideas para un cuento como el tuyo provengan de sitios así, que no sean nuestras, que nos las dé el mundo... Poético.
El final, aunque un poco vago, al menos te deja con el regusto de que sigue habiendo ideas, aunque seamos incapaces de alcanzarlas.
Enhorabuena.
P.

David Moreno dijo...

El problema es que profundizar para llegar a esas cantidades de ideas cuesta esfuerzo y "los turistas" no están preparados. Donde pone turistas dícese la mayoría de personas de hoy en día. Lo queremos todo fácil y ya.

Respecto al texto estoy un poco en la línea de Víctor, hay como dos partes algo bruscas. Pero es mera percepción personal.

Un saludo indio Esteban

Isabel Mª dijo...

Un final más catastrofista podría ser "ideas en peligro de extinción" entregadas selectivamente a personas que puedan hacer un buen uso de ellas, por ahí...

Claudia Sánchez dijo...

Ah, picarón! se me hace que tú si conoces ese nivel inexplorado, pero no se lo muestras a nadie.
Llegado un punto, es lo que yo haría.
Saludos!

Soledad dijo...

Necesito, urgente! un pasaje y un buen equipo de buceo!!!
Me gustó el relato...

Gabriel Cruz dijo...

Buena historia, no me imaginaba algo así y el final es esperanzador.

David Baizabal dijo...

Aquí el problema es que llegar tan profundo puede costar la vida, por la presión. Reventarían pulmones y cerebro.

Bien narrado, y el título bien puesto; en sí la metáfora está bien desarrollada.

Saludos

Nel Morán dijo...

Las ideas marinas jamás se pueden ver, es quizás por eso que las ideas que se llevaban los turistas eran repobladas.

Blogsaludos

Angela María dijo...

En tu visita agarraste una muy buena idea... Buena Historia..

Martín Gardella dijo...

Ahora descubro tu secreto, en tu habilidad en el buceo. Un abrazo

Alís dijo...

Parece que todos bucearon por ideas excepto los propios habitantes de Petrelia. Aunque claro, las ideas que se extraían de ese fondo del mar no tenían que ser necesariamente buenas.
En todo caso, maravillosa metáfora de lo que hacemos con nuestro planeta y muy buen relato.
Te felicito

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

Es muy bueno.

9

Esteban Dublín dijo...

José Manuel, ojalá hubiera menos políticos. Eso sí que sería una gran idea.

Víctor, ta bien. Un abrazo, mi amigo.

Ananda, buenas o malas, ahí están las ideas, hay que ir a buscarlas.

Propílogo, son ideas, al fin y al cabo, y están ahí. Creo que aprovecharlas depende de qué tan lejos estemos dispuestos a llegar para encontrar una verdaderamente original.

David, los turistas podríamos ser nosotros. Piensa por un momento, ¿qué tal que se te ocurriera una gran idea y no supieras cómo desarrollarla? Paradójicamente cruel.

Esteban Dublín dijo...

Isabel, ¡veo que fuiste a la ribera de Petrelia!

Claudia, ¡no creas! Soy un hombre generoso y no me guardo las ideas que recojo. Un beso.

Soledad, cuando quieras puedes empezar. Las riberas estarán ansiosas de verte.

Gabriel, es esperanzador porque las ideas no se acaban, sólo la forma de interpretarlas.

Baizabal, eso depende de qué tan comprometido estés dispuesto a llegar por una gran idea. Excusas va a haber siempre.

Esteban Dublín dijo...

Adivín, yo creo que están ahí, sólo hay que atraparlas. Es cuestión de intuición.

Angela, tremendo piropo...

Martín, gracias, hombre, qué agradable comentario. Jajajaja.

Alís, no sé qué tan distraídos podríamos ser nosotros como para dejar pasar buenas ideas de largo. Te mando un beso.

Daniel, gracias. Un abrazo.

Elo dijo...

wow pero que analogía!!

Esteban Dublín dijo...

Gracias, Quimera.

Zarache dijo...

Todo un oceano de ideas.

Esteban Dublín dijo...

Así es, Lau. Como nosotros mismos.