miércoles, 18 de agosto de 2010
Alma
Esta mañana, el científico Jürgen Mattesow ha ultimado los detalles de su última y más fabulosa creación: unos anteojos capaces de ver el alma del ser humano. Luego de un sinnúmero de intentos fallidos, por fin lo ha conseguido. Entonces, decididamente, los usa frente a cuanto individuo se pasa por su lado. Luego de metódicas y permanentes observaciones, Jürgen arroja un resultado contundente. “Esta prueba lo confirma de modo inobjetable”, señala. “Debí dedicarme a la zoología”.
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11 comentarios:
Jejeje, si es que somos unos animales!!! Yo aún tengo esperanza de que con estos anteojos, descubra alguna que otra alma humana y buena, tal vez no haya buscado en el sitio adecuado :-) Buen micro, me ha gustado. Por ponerte un pero, cambia uno de los "luegos" que utilizas, están muy seguidos. Un abrazo.
Hola, Estéban:
Confieso que con un inicio tan fantástico, esperaba un final menos realista...
¡Cariños!
Hubiera podido aplicar su invento sobre animales, seguro que se decepcionaba menos.
Abrazos, Esteban.
PABLO GONZ
Es lo que tiene mirar tanto, o tan dentro. Saludos.
¿No será que en vez del alma ve los instintos?
Me hiciste sonreír
Besos
Se miró al espejo?
Que pesar de los animales...
un micro bn logrado Esteban, tal vez es un final un poco abrupto... pero sigue siendo fantastico!
Saludos!
Me temo que para tener esos resultados, no necesitaba de lentes tan especiales. Bueno, a menos que, como todo buen científico, quisiera pruebas. Y sí, no se equivocó. De ahí el dicho "entre más conozco a los humanos más quiero a mi perro".
Saludos.
Maite, eso somos. Posiblemente los anteojos le den luces acerca de cómo es el alma humana. Pero esperanzas posiblemente no haya muchas.
Lauri, así es la realidad.
Pablo, seguro que sí. Gracias por venir a escuchar los cuentitos.
Nieves, tan dentro y tan profundo.
Alís, ve el alma: negra como es.
Quimera, también.
Tomás, que pesar los animales al tener que convivir con nosotros. ¿No?
Angelita, muchas gracias. Un beso.
José Manuel, cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi perro. El que dijo eso lo dijo bien.
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