miércoles, 20 de julio de 2011
Síndrome del hincha furibundo
Soy –para qué vamos a negarlo– una víctima del fútbol. Cada vez que mi equipo pierde, muero. Hombre, pero no muero en el sentido del hincha tradicional que dice qué dolor, me quiero morir, sino que me muero de verdad, verdad. Mis amigos me suben a la ambulancia desde el estadio al hospital, ahí fallezco y luego mi madre tiene que correr con todos mis gastos funerarios. Así sucede cada vez que perdemos. Eso sí, uno o dos domingos después, cuando ganamos, me levanto de mi tumba, que quito el polvo y me voy a la cancha de nuevo. ¡Dale, Millos, dale!, grito al ritmo del tambor, con mi vida a la deriva de acuerdo con el éxito o el fracaso de mi equipo. No sé cuántas veces tenga que morirme de nuevo, pero por su economía, mi madre se ha unido a mis oraciones para que mi equipo gane un campeonato de una vez por todas y ahí, descansando en paz, sí quede bien muertito.
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12 comentarios:
Muy bueno, Esteban, me ha gustado mucho. Sólo espero que tus muertes no sean muy dolorosas. Al final, vivir consiste en eso, en morir y renacer cada día.
Abrazos
Como el Ave Fénix, renaces de tus cenizas. Me gustó lo de morir con las derrotas y regresar con las victorias...
Ánimo y hasta la próxima victoria.
Un saludo indio
Como no quiero que mueras, Daniel, grito contigo: ¡Dale, Millos, dale! Forofo, que eres un forofo.
Abrazos internacionales.
Ay, el fútbol... y si no mueres, 9 meses después le darás un nietito a mami.
Abrazos
En mi cabeza se ha dibujado la imagen de una suerte de vampiro futbolero. Y me pregunto: ¿Que ocurrirá el día que Millos gane el campeonato de liga?
Al final, las que más sufren siempre son las madres!
No puedo evitar comentar, había oído sídromes raros, raros, pero este tuyo es insuperable.
Gracias por la risas.
Saludos
Excelente Esteban! No sé porque me sentí muy identificado. Aplausos y bombos para este micro. Dale Millos!
Un abrazo
Buenisimo. Yo tengo un amigo que sufre un sindrome parecido, aunque es del independiente medellin; a él le da fiebre, suda, le dan escalofríos, cada vez que su equipo pierde se enferma. Buenisimo el Micro, felicitaciones.
Estoy dividido, Esteban. Por un lado me encantaría que fueses testigo de la victoria de algun campeonato por parte de tu equipo, pero por otro, si las predicciones de tu madre son ciertas, todos nosotros perderíamos un gran escritor. No sé, no sé.
Un abrazo.
Jesus, yo también espero no tener que volver a morir. O, mejor, descansar en paz para siempre.
David, ¡gracias por el ánimo! ¡Que te escuchen los jugadores!
Víctor, ¡Dale, Millos, dale! (Qué raro es leerte llamándome Daniel). Abrazo internacional.
Anita, veremos...
Fernando, yo me pregunto lo mismo. Sueño el momento y se me aguan los ojos.
Gi, vieras a la mía. Pobre...
Elysa, espero que el insuperable sea mi equipo. Con eso me basta.
Martín, ¡qué grande! ¿Cómo no te vas a sentir identificado si, aparte del microrrelato, a ambos nos une el fútbol!
Tomás, me alegra que te haya gustado. Entiendo a tu amigo. Nada extraño para mí.
Pedro, cambio mi talento de escritor por un título de Millonarios. Con eso te digo todo. Abrazos.
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