Del asfalto hirviendo emerge un humo gris, consecuencia del roce seco con los neumáticos del deportivo. A unos cuantos metros, un camión se acerca a ciento diez kilómetros por hora. Simultáneamente, un ángel vuela raudo hacia la escena, fiel a su condición de guardián. El deportivo queda inmóvil en medio de la carretera después de dar un último trompo. Cuando alcanza a verlo, el conductor del camión pisa el freno hasta el fondo. El ángel desciende presuroso mientras algunas de sus plumas se desprenden en el vuelo. Los buitres observan. El camionero fracasa. El querube también.
(Inspirado en la más reciente entrada de la Puerta Falsa de Javier Puche)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
18 comentarios:
Esas plumas en el aire te dejan un peso en el pecho...
Besos angelicales.
Sí es cierto, esas plumas hacen aún más visual el micro y crean desasosiego.
Besitos
Creo que esas plumas sueltas otorgan humanidad al ángel. Hacen ver su preocupación.
Los buitres habrán tenido algo que ver...
Abrazos,
Me gusta tu historia de ángeles, están muy de moda este año, sobre todo em series de TV y novelas, pero tu micro está mejor que los ángeles de las novelas.
Estupendo micro angelical, Esteban. Celebro que las imágenes de Peréz Estrada sean tan fértiles. Un abrazo.
Esteban!! falto el cuentito del viernes.
Si te hace falta inspiracion, puedes escribir de como una lectora entra en huelga...
jajaja
Quiero Cuento!!(Frase utilizada en el espacio cultural de los miercoles en la PUJ cuando el cuentero se demora)
Los ángeles también fracasan, es un buen título para otro cuento.
Me gustó, muy gráfico, una escena cinematográfica.
Beso
Susana, van cayendo y van pesando. Besos humanos.
Elysa, ese desasosiego del guardián que no alcanza a cumplir con su misión.
Eskimal, así lo vemos. Tan humano que tiende a errar.
Claudia, la imagen me queda en la memoria.
Manu, quizá estén muy de moda por España. Aquí, en Colombia, hace mucho que no los vemos.
Javier, yo también celebro las imágenes de Pérez Estrada. Me quedaron grabadas y me susurraron este micro.
Angelita, una vez más, mi tiempo y yo estamos en guerra. Le estoy pidiendo una tregua porque avanza rápidamente y a veces no me alcanzan los minutos para pensar y escribir. Un beso y disculpa las ausencias.
Gi, ojalá algún director de cortos se diera a la tarea. Un beso.
El fracaso siempre impone realismo, incluso en las historias de ángeles.
Abrazos admirados,
PABLO GONZ
El fracaso es divino, Pablo. Que te quede para tus frases, amigo querido. Un abrazo.
Y si lo no vieron, no puedo dejar de recomendarles pasar por La puerta falsa, de Javier Puche. Las sorpresas son magníficas.
El fracaso del ángel, es que los pobres no dan avío con los humanoides..
Me gustó, Esteban!
Pocos ángeles para tantos descuidados. Va mi abrazo, Anita.
Muy bello y trágico.
Me encantó lo bien que está narrado, algo que ya de por sí hace que el lector se identifique dentro de la escena,
enhorabuena.
Pues muchas gracias por tus palabras, Dani. Ahí te sigo la pista.
Publicar un comentario