miércoles, 2 de noviembre de 2011
Las habitaciones variables
En casa de la abuela, las habitaciones se cambian entre sí de manera aleatoria. Si uno quiere entrar a la de la tía Lola, puede encontrarse con la del tío Normando o si la abuela quiere trabajar el telar de su cuarto, lo más seguro es que se tope con la colección de estampillas que está en la del tío Ernesto. Entrar a la habitación que quieren se volvió asunto de azar y por eso la abuela y los tíos han llegado al acuerdo de que las habitaciones son de todos (y a la vez de nadie) y, por ende, las cosas que le pertenecen a cada cuarto. Al final, tuvieron que acostumbrarse. Ya que vivo no se aguantaron mis travesuras, al menos que muerto sí.
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6 comentarios:
Anda!!!
logrado, Esteban, la sorpresa final que no falte :)
Abrazos
Me gusta, esste fantasma tan travieso y entretenido.
Besitos
¿Sabrán que son sus travesuras? Si no dejaría con un poco de frustación al fantasma vengativo, (más que travieso, me pareció...)
¡Cariños!
Vaya, hoy es el día de cuentos para alegrar. Los fantasmas no dejan de intrigarnos y asombrarnos Esteban.
Ananda, me alegra que te haya gustado. Un beso.
Elysa, fantasma travieso y genuino que a veces me cambia la habitación a mí.
Lauri, si no lo saben, al menos se aguantan. Me alegra mucho verte otra vez por esta casa.
Eskimal, no dejan de hacerlo y se nos vuelve una temática ineludible. Abrazos.
buenos cuentos! consegui cerca de mis departamentos en Recoleta una libreria con todos cuentos fantasticos. son mis favoritos!
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