miércoles, 6 de febrero de 2013

Memoria de un recuerdo

No sabía con certeza dónde había dejado todos mis recuerdos. Saqué todas las gavetas de mi habitación, levanté el polvo, corrí los muebles, rompí los pisos, escarbé entre mi ropa vieja, busqué por todos los rincones de la casa. Por un momento pensé que los había dejado colgando en el tendedero, pero luego descarté la idea por simple intuición. Aún me quedaba la vaga reminiscencia de tu número telefónico y lo marqué con un poco de dificultad. En el momento que te pedí que vinieras, no advertí del error. Te vi y lo supe inmediatamente. Todos se habían ido contigo.

5 comentarios:

Elysa dijo...

¡Qué triste! Ni siquiera le quedan los recuerdos, algo a lo que agarrarse.


Besitos

Angela María dijo...

Me deja una sensación extraña.
Si bien los recuerdos son importantes , muchas veces nos apagamos a ellos de tal forma que no nos dejan vivir y nos quedamos atrapados en ellos. A veces es mejor que se los lleven!!

me encanto,favorito!!

un beso

Mei Morán dijo...

Triste y bello a la vez.

El Eskimal dijo...

Sólo diré Esteban "Está brutal"

Esteban Dublín dijo...

Elysa, la brutalidad del recuerdo escondido.

Angelita, lo único que tenemos es lo que recordamos. Si se va eso, se va todo.

Mei, gracias por tus palabras.

Gracias, Eskimal. Un abrazo.