martes, 16 de septiembre de 2008

Gadejo

Cuando Naranja, como le dicen sus amigas, llega del colegio los viernes, es la niña más querida y amorosa del mundo. Besa a su padre, abraza a su madre y le prepara las onces a su hermana. Su ánimo se transforma, se divierte, y sus amigos se pelean para salir con ella. Su carisma le vale para tener más de un pretendiente que incluso ante sus desplantes la siguen llamando. El sábado es una locura. Naranja no para en su casa y realiza todo tipo de actividades desde muy temprano hasta la madrugada del día siguiente. Todos la adoran. El domingo, sin embargo, Naranja empieza a sentirse mal. Su madre ya sabe lo que le ocurre y se vale de algunos trucos para lograr que se tome un vaso de leche y dormirla. En la noche, a pesar de eso, Naranja se levanta de su cama, despierta a sus padres y les insiste que está muy enferma para volver el lunes al colegio.

6 comentarios:

Johan Bush Walls dijo...

Lo que pasa con Naranja es que al llegar el inicio de semana se siente exprimida.

Salú pue.

Esteban Dublín dijo...

Jajajajaja. Buen dato, Johan.

Anónimo dijo...

Eso es puro gadejo!!

Esteban Dublín dijo...

Por favor, somos gente grande. No hay necesidad de dejar un comentario anónimo aún si no es favorable. Te invito a volver y a seguir escuchando los cuentitos con tu nombre de verdad.

Diego Fonseca dijo...

E, no pierdas el tiempo con los anónimos. Eliminalo y ya. Siamo ritornati.

Esteban Dublín dijo...

Me gusta ese apodo, Diego: E. Un abrazo, che.