lunes, 8 de febrero de 2010

Crisis farmacéutica

La risa es contagiosa. Felicidad es el nombre de la nueva pandemia.

16 comentarios:

Verónica Calvo dijo...

Y que se expanda bien rápida, por favor!!!

Abrazo.

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

he de admitir que se te da muy bien lo muy breve.

Por cierto, acabo de publicar tu entrevista en mi blog.

Angela María dijo...

jajajajaja... :D

Gracias por tus cuentos!

Saludos.

Víctor dijo...

¿Cómo me puedo contagiar, Esteban? Mándame un virus de esos, por favor...

Un saludo.

Zarache dijo...

Por lo menos al leerlo me contagié. Saludos.

Johan Bush Walls dijo...

Demasiado optimista para mi gusto maestro, aunque eso no tiene nada que ver con la calidad del texto.

Salú pue.

Martín Gardella dijo...

Disparo brevísimo y muy efectivo. Me gustó! Sos casi un especialista en estas ráfagas.

Elo dijo...

Por favor!! Que se me pegue a mi también!!

Esteban Dublín dijo...

Ananda, espero lo mismo. Abrazo para ti también.

Daniel, te agradezco. Debo reconocer, como tú, que he tomado un gusto particular por estos tan breves de un tiempo para acá.

Ángela María, de nada. Saludos.

Víctor, sonriéndole a la vida. El caso es que la industria farmacéutica hará todo lo posible por hacerlo ver como algo malo.

Esteban Dublín dijo...

Lau, qué bueno que haya pasado eso. Besos.

Johan, hay que ser optimistas de vez en cuando, querido amigo. No siempre se puede estar de mal humor.

Martín, me halagas. ¿Especialista? Vaya, vaya. Creo que me falta mucho para ser especialista. En todo caso, gracias.

Quimera, es sencillo: sonríe ante las dificultades.

David Moreno dijo...

Ráfaga positiva, que cunda el ejemplo!

Un saludo indio

Esteban Dublín dijo...

Gracias por la petición, NC.

María Isabel Gómez Castillo dijo...

Enseñame a ser concreta. ¡Genial!
Isabel

Esteban Dublín dijo...

Isa, ¿es un pedido el que me haces o una afirmación.

Gracias por tu fidelidad.

Pablo de la Rúa dijo...

Me ha gustado Esteban. Bien aprovechado el título.

Esteban Dublín dijo...

Qué bueno que te haya gustado, Pablo. Bienvenido por aquí.