miércoles, 24 de febrero de 2010

Perfecto

Milagros Ampudia tiene la posibilidad de forjar al marido perfecto. Lo hace trigueño, de pelo castaño liso y con cejas finas como un pincelazo. Diseña el color de sus ojos pardo como una tarde de domingo y su boca como un trozo de carne rojo, grueso y jugoso. Crea firmes y ligeramente musculosos sus pectorales y cuadriculados sus abdominales. También piensa, por supuesto, en el miembro de su varón diseñándolo al tamaño justo de su satisfacción. Además, desea que no hable, que cocine, que lave, que planche, que cosa y que barra. Y, por si fuera poco, que sea fiel. Una vez lo concibe a su entera imaginación, disfruta con él como un perro faldero, pero ante semejante muestra de perfección, no le ha quedado más alternativa que pedirle el divorcio.

23 comentarios:

David Moreno dijo...

¡Toma! Después de todo, le atosiga tanta perfección. Pues voy a tener que buscarme un defecto ... jeje

Un saludo indio

Isabel Mª dijo...

Si es que no hay nada como ser imperfecto, la salsa de la vida, viviendo en el intento contínuo de querer cambiar al otro, sin conseguirlo, claro, que si no se aburre una.

Por cierto, yo de Milagros le hubiese pedido que me ilusionase el resto de mi vida. Puestos a pedir...

No está mal el final correspode coherentemente al sentido del texto, pero me ha quedado un punto de insatisfacción, es como si bajara el tono, el ritmo, el interés que iba despertando todo el relato. Sólo es una sensación personal.

Víctor dijo...

Evidente: la perfección es imperfecta. Uno de los motivos debe ser que no puede quejarse de nada, y así no vamos a ningún sitio.

Un saludo.

Martín Gardella dijo...

Es que ella no era perfecta, y por lo tanto le aburría tanta perfección. Una idea muy original. Saludos

Verónica Calvo dijo...

Simplemente no terminó de crear el micro mundo búrbuja a la perfección, aunque acabaría echando de menos tantas cosas...

Un abrazo

Angela María dijo...

Hace poco encontre una frase que aplica perfectamente " Una pareja sino riñe no es pareja, ese es el proposito de la pareja." No digo sea 100% verdad pero la tiene.

Y si estoy de acuerdo con NC, tanta perfeccion si atosiga.

Besos.

Billii dijo...

Lo que pasa es que si el otro es perfecto y es nuestra responsabilidad desearlo, es posible que terminos dandonos cuenta que no le podemos echar la cupa por nuestra frustraciones.
tambien está eso de que a las mujeres no hay poronga que les venga bien, pero, bueno, eso es un pensamiento anticuado. no?

Gotzon dijo...

Bueno, ese "hombre imaginado" seguro que cae rápido en las "garras" de otra "Mujer imaginada" que le saque algún otro defecto jajaja

DANIEL SÁNCHEZ BONET dijo...

Me encantan este tipo de microrrelatos con toque de humor y creo que está muy bien narrado. Al final, la frase útlima es la fuerte, reflejo de que eres un maestro del género.
Creo que esta semana he leído los mejores microrrelatos en todos vuestros blogs. Si yo fuera editorial, ay si yo fuera una editorial.... sabría a ciencia cierta que aquí hay negocio y mucho. Veremos a ver.

9

Javier Ortiz dijo...

Eso le pasa a Milagros por no hacerlo a su imagen y semejanza… Já.

Manu Espada dijo...

Es que la perfección, básicamente, es tan aburrida.

Esteban Dublín dijo...

NC, ¡toma! ¡Me gusta que lo digas! Saludos.

Isabel, así es: la sal de la vida es la imperfección. Tu pedido es interesante. Si yo pudiera, pediría lo mismo, pero es que la rutina. Ay, la rutina... Gracias por la crítica. La recibo y la tendré en cuenta.

Víctor, la perfección es eso: imperfección. Siempre habrá un motivo para cansarse de algo. ¡Siempre!

Martín, le aburría por exigente y porque la perfección también es aburrida.

Ananda, todos los seres humanos terminamos añorando las cosas del pasado. Creo que hace parte de nuestra condición.

Esteban Dublín dijo...

Angela, yo creo que es muy cierta esa frase. Si no hay conflicto, no hay historia. ¡Tip gratis!

Paco, ajajajaajajaja. ¡Cómo me divierte la palabra poronga! Me hiciste acordar de Argentina y el año que viví en Bs As.

Gotzon, seguramente, aunque recuerda que ella pidió ¡Que sea fiel!

Daniel, te pasas: ¿maestro del género? En todo caso lo agradezco. Y el 9 también.

Javier, si lo hubiera hecho a su imagen y semejanza hubiera durado aún mucho menos tiempo.

Manu, así es: perfección = aburrición.

Nel Morán dijo...

La dulzura imperfecta raya una perfección imperfecta. Sin embargo, cuan perfecto es un microrrelato hecho por un hombre que no es perfecto, que no es dios.

Esteban Dublín dijo...

Adivín, imperfecto es como me gusta vivir. Gracias por tu halagador comentario.

Jesús Contreras dijo...

La historia está bien contada, pero el final no me convenció. En cualquier caso, quizá el hecho de que el final no sea perfecto le da su punto a la historia, porque precisamente la historia trata el 'rechazo' que provoca la perfección, o también la imperfección, según se mire.

Saludos.

Rodrigo Ramos dijo...

Demasiado bueno para ser cierto.

Alguna vez vi en una película una frase que decía: -sos mejor que la mujer de mis sueños porque vos sos real-.

Y si en vez de imaginarlo, fuera. Tal así.

Sorprendente, Estaban, como siempre.

Saludos.

Rodrigo Ramos dijo...

Uy, era -tal vez así-.

Esteban Dublín dijo...

Jesús, tu teoría desde la forma en que el final no es perfecto me parece fascinante, algo que realmente no había pensando, pero que siento tiene total sentido. Me gusta mucho tu visión.

La frase que citas es perfecta, Rodrigo. Muy pertinente para el relato. Abrazos.

Elo dijo...

Tan interesante que resulta lidiar con algunos defectos...

Esteban Dublín dijo...

Siempre resulta interesante lidiar con los defectos, Quimera.

Zarache dijo...

Ni lo imaginado termina siendo lo que nos satisface y nos hace felices. ¿Tendremos esperanza?

Esteban Dublín dijo...

La tenemos Lau. Siempre y cuando seamos felices con lo que tenemos.