Me recuerda a algo que escuché por ahí: "Me pasé media vida buscando la fama y la otra media huyendo de ella". Gracias por este nano, Esteban. Abrazos, PABLO GONZ
Saramago habla de esto mismo en "Las intermitencias de la muerte". Tú lo condensas en pocas palabras. Me gusta el juego entre el burlar y la desesperación. Llena de vida a la pulga.
Me transporto a una frase que dice "Nada es seguro, solo la muerte es segura" tan segura es, que este hombre después de burlarla la esta buscando... Saludos
Tomás, no hay que esperar para buscarla, porque la muerte nos encuentra solita, sin ayuda.
Torcuato... Abrazo.
David, la muerte, definitivamente, no la queremos. Llega, sí o sí.
Claudia, queda de tarea. Un beso.
Pablo, alguna vez escuché a Quique Wolf, cuando le preguntaron qué sintió cuando ganó la Copa del Mundo en el 86 que él respondió: "Es ese tipo de cosas que te la pasas toda una vida soñándola y toda la otra recordándola".
Víctor, me he dado cuenta de que tengo una conversación permanente con la eternidad. Es el miedo que le tengo.
Agus, un poco osado comparar a Saramago con este humildísimo bloguero. Aún así, creo que la muerte es un recurso inagotable. Hasta que nos encuentra...
Anónimo... Es mucho tiempo para vivir, porque para morir no hay.
Angelita, con la muerte no se sabe porque llega sin avisar. Burlarla, en este caso, es lo que resulta fatal. ¿No es como la paradoja de las paradojas?
Germán, es por eso que decimos que la vida es corta, porque nos la pasamos buscando pretextos para amargárnosla. Un abrazo. Gracias por pasar.
Juan, lo has visto bien. Morir es una necesidad: tan necesaria como comer, dormir, descansar, idear.
Lector, antes que nada. Publicista. En 2008, realicé el Taller de Microliteratura en La Escuela de Escritores de Madrid. Mis microrrelatos han sido elegidos para componer antologías latinoamericanas, publicados en diferentes revistas impresas y digitales, y premiados en Chile, Argentina y España. En 2010, la editorial Adéer Lyinad publicó mi libro Preludios, Interludios y Minificcciones. Representé a Colombia en el VI Congreso Internacional en Bogotá. Algunos de mis textos han sido traducidos al italiano y al portugués. Daniel Ávila es mi verdadero nombre.
18 comentarios:
Me imagino que esos mil cien años serán del calendario maya, porque no hay que esperar tanto para buscarla. Saludos!
Está hasta los mismísimos ............
Un abrazo
Al final no sabemos ni lo qué queremos. Muchas veces lo que no podemos tener.
Un saludo indio
Humm, algo se me escapa... y por qué mil cien? quedo intrigada.
Beso,
Me recuerda a algo que escuché por ahí: "Me pasé media vida buscando la fama y la otra media huyendo de ella".
Gracias por este nano, Esteban.
Abrazos,
PABLO GONZ
Problemas de la eternidad. Y espera que el sol se apague y el continúe (no sé dónde) con vida.
Un abrazo internacional, Esteban.
Saramago habla de esto mismo en "Las intermitencias de la muerte". Tú lo condensas en pocas palabras. Me gusta el juego entre el burlar y la desesperación. Llena de vida a la pulga.
Un saludo
wow mil cien años mucho tiempo
todo tiene un final y llega cuando tiene que llegar. Es de esas cosas que no debemos prolongar sino aceptar pues todo tiene si significado.
Excelente micro, Esteban. Muy bn logrado, deja mucho a la imaginacion a la reflexion.
Besos.
Me transporto a una frase que dice "Nada es seguro, solo la muerte es segura" tan segura es, que este hombre después de burlarla la esta buscando...
Saludos
Yo creo que mil cien porqu es mucho muhco tiempo para no morir. Que bonito cuento Esteban; la necesidad implicita de la parca me gusta mucho.
Al final nadie va a querer ser inmortal, con lo divertido que es.
Tomás, no hay que esperar para buscarla, porque la muerte nos encuentra solita, sin ayuda.
Torcuato... Abrazo.
David, la muerte, definitivamente, no la queremos. Llega, sí o sí.
Claudia, queda de tarea. Un beso.
Pablo, alguna vez escuché a Quique Wolf, cuando le preguntaron qué sintió cuando ganó la Copa del Mundo en el 86 que él respondió: "Es ese tipo de cosas que te la pasas toda una vida soñándola y toda la otra recordándola".
Víctor, me he dado cuenta de que tengo una conversación permanente con la eternidad. Es el miedo que le tengo.
Agus, un poco osado comparar a Saramago con este humildísimo bloguero. Aún así, creo que la muerte es un recurso inagotable. Hasta que nos encuentra...
Anónimo... Es mucho tiempo para vivir, porque para morir no hay.
Angelita, con la muerte no se sabe porque llega sin avisar. Burlarla, en este caso, es lo que resulta fatal. ¿No es como la paradoja de las paradojas?
Germán, es por eso que decimos que la vida es corta, porque nos la pasamos buscando pretextos para amargárnosla. Un abrazo. Gracias por pasar.
Juan, lo has visto bien. Morir es una necesidad: tan necesaria como comer, dormir, descansar, idear.
Manu, qué aburrida puede ser la eternidad...
El hombre es un animal de aburrimiento. No podemos vivir para siempre.
Normal... ya una vez te dije que eso de la eternidad es cosa pavorosa.
Bien, Esteban, biennnn.
Abrazos
Deigar, ¿imaginas lo aburrido que sería?
Ananda, pienso exactamente lo mismo. Un beso.
Conciso y seguro que se queda adherido en mi memoria eternamente. ¡Enhorabuena, lo considero uno de los mejores microrrelatos que he leído en mi vida!
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