miércoles, 20 de octubre de 2010

Vicio

Agobiada por mi falta de estabilidad, mi madre entra a mi habitación.
—¡Deja de leer, Roberto! —grita—. Por favor, haz algo con tu vida: pídele a tu tío que te dé un trabajo en la planta, busca a tu primo a ver si puedes ayudarlo con los informes de Gerencia, búscate un trabajo, pero, por Dios, ¡haz algo!
Yo la entiendo. No la juzgo. Es normal que se sienta así. Siempre ha querido lo mejor para mí, pero si soy sincero, en esta casa no hago más que estorbo.
—Anda, hijo —insiste—. Ponte a estudiar arquitectura, medicina, gastronomía, lo que sea…
Dejo mi libro a un lado, me quito los anteojos y la miro desafiante. Voy justo en el momento en que Florentino Ariza está a punto de amar a Fermina Daza en el buque que cuelga la bandera del cólera. Mi madre suspira y baja la mirada derrotada. Intenta decir algo más y, con la palabra en la punta de la lengua, sale lenta y detenidamente de la habitación.

11 comentarios:

Torcuato dijo...

Viviendo en una novela.
Un abrazo.

Pablo Gonz dijo...

Uno de los mejores vicios que pueden "desarrollarse". Aplaudo esta reivindicación de nuestras deformidades.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ

Víctor dijo...

Estuvo bien. Pero no entiendo el adverbio "detenidamente" del final. Te cuento una anécdota: cuando terminé filología, mi madre me miró y me dijo: bueno, ya se terminó leer tanto, ¿no? Qué va, mamá, le hubiera respondido, justo ahora empieza lo bueno.

Un abrazo internacional.

Verónica Calvo dijo...

La casi interminable preocupación de una madre se asemeja a la casi interminable navegación del barco donde Florentino y Fermina encontraron su lugar.

Besitos *

josé manuel ortiz soto dijo...

Esteban: por acá hay una vieja canción de rock que dice algo así como, "y si lo tuyo es darle al rock and roll, pues anda y que te vendiga Dios". Que nuestros hijos sean lo que quieran y no lo que nosotros hubiéramos deseado ser.
Además, excelente nobela la que lee.

Saludos.

Esteban Dublín dijo...

Torcuato, nada mejor, ¿o sí?

Pablo, yo aplaudo que la aplaudas.

Víctor, esa anécdota merece un cuento. Quisiera saber por qué, según tu criterio de filólogo que valoro, el adverbio detenidamente estaría mal usado.

Ananda, García Márquez puso la vara muy alta con esa escena. ¿Es magnífica no?

José Manuel, novela, mi amigo, con v. Qué mejor vicio que la lectura descontrolada, ¿ah?

Víctor dijo...

No digo que esté mal usado, Esteban. Pero según el DRAE, "detenidamente" significa "con detenimiento". Y "con detenimiento" significa "minuciosamente". Se observa algo detenidamente, se lee detenidamente... por eso digo que "salir detenidamente" no me encaja. ¿Sale minuciosamente de la habitación? Pero oye, no digo que sea incorrecto. Cada uno usa los adverbios como le place, claro está. Y sin licencias la literatura se estanca. Espero haberte aclarado la duda.

Esteban Dublín dijo...

Me la aclaraste, Víctor, pero creo que tienes razón. Está mal empleado en ese contexto. La ignorancia, definitivamente, es muy atrevida...

El Eskimal dijo...

Por lo menos mamá no se mete en el libro, o si al entrar a la habitación.Cómo sería eso no? Saludos Esteban, estoy de novato por acá, apenas inicio, je. Visitame pues www.laraizdemenosuno.blogspot.com

Verónica Calvo dijo...

Vaya que si lo es, Esteban... qué delicia!!!

Esteban Dublín dijo...

Gracias por pasar, Esquimal. Bienvenido al mundo blog. Espero que no te aburras demasiado pronto.

Tú lo dijiste, Ananda. Un beso.