martes, 30 de septiembre de 2008

La historia del hombre que apostó al 16 negro en la ruleta su casa, los ahorros de veintitrés años y un reloj

-Mierda.

19 comentarios:

Mauricio Duque Arrubla dijo...

Yo hubiera dicho algo más corto y más potente

Esteban Dublín dijo...

Ay, Mauricio, es que no creas, esto de lidiar con los cuentitos no es fácil. Yo se lo dije, se lo advertí, le dije que aún no estaba listo para dar su discurso; y él que sí, que lo dejara hablar, que no me iba a arrepentir. El caso es que me convenció y he ahí el resultado.

Johan Bush Walls dijo...

Mierda.

Perdón, sin querer plagié el cuentito.

Salú pue, maestro Dublin.

Diego Fonseca dijo...

Esto se parece demasiado asubprime, congreso-no-vota-700kb-bill y derrumbe de Wall Street, E.

PD: Presumo que al menos se guardó una bala.

Esteban Dublín dijo...

Jajajajaj, salú, mi querido Johan. Y ojo con lo de los plagios. No sea que un día de estos encuentres por aquí un buen pajero.

Diego: creo que el apostador no guardó ni una bala. La avaricia, que no te deja ni matarte.

Mauricio Duque Arrubla dijo...

El cuento está muy bien así, creo yo, solo que por diferentes personalidades yo hubiera dicho la mala palabra con p (que no es Política). No sé cuál palabra hubiera usado alguno de mis hijos cuentitos

Además la tuya deja abierto un futuro, mi palabra mata la historia de una vez.

Gracias por la visita, no esperaba un comentario tan sesudo y bueno. Lo estaba respondiendo largo y se me perdió. Luego escribí algo más corto

Esteban Dublín dijo...

La verdad, Mauricio, no sé este cuentito esté tan bien. Yo todavía tengo mis dudas.

Y con respecto al comentario, pues lo que pasa es que así como los libros, la trova cubana es una de mis debilidades y en ninguna parte había encontrado un espacio en que se le prestara atención. Saludos.

Camilo Jiménez dijo...

Guau, genial.

Esteban Dublín dijo...

Camilo, como siempre, es un placer tenerte por aquí. El cuentito agradece tu halago.

Anónimo dijo...

jajajjaj...Me ha encantado Esteban! Una elípsis como una catedral, para un microcuento de una sólo palabra. Éste sí que es bueno y no el del dinosaurio ;-)
Besos,
Airu

Esteban Dublín dijo...

Bueno, Airuna, me pones en un aprieto. Eso de compararlo con El dinosaurio ya me deja como preocupado. Ese tiene muchos, pero muchos años más, y muchos, pero muchos más reconocimientos. De todas formas, un abrazo y te espero de nuevo.

Anónimo dijo...

La segunda parte podría consistir en explicar el día siguiente ... ;-)

Esteban Dublín dijo...

Atuca, el día siguiente que le propones a los cuentitos le corresponde escribirlo a los lectores.

Son ustedes los que hacen que cada uno de estos cuentitos no se quede en el olvido, porque son ustedes, con sus interpretaciones, los que cierran o continúan el diálogo que él les propone.

Pupila dijo...

Vaya elipsis, un cuentico al revés, para que no digan que no se puede caminar con las manos ..

:-)

Esteban Dublín dijo...

Qué linda metáfora, Pupila. Y está al revés como la vida, una elipsis como nuestros días.

Te espero seguido.

yacasinosoynadie dijo...

jajajajaj

Esteban Dublín dijo...

Mi estimado Jorge, no sé cómo responder a ese comentario. Pero me alegra que te divierta.

yacasinosoynadie dijo...

siempre es bueno burlarse del dolor ajeno amigo Esteban

Esteban Dublín dijo...

Dímelo a mí.