—Eseoese, eseoese, ¿alguien ahí? Por favor, contesten, ¿alguien? ¿Aló? ¡Reportando tormenta! ¡Por favor! ¡Aló! Eseoese, ¿Alguien ahí, alguien ahí? Aquí José Rasero, Nave Cádiz, ¿allá quién?
—Hola, José —dice un hombre a su espalda—. Aquí, Pedro. Bienvenido.
viernes, 26 de febrero de 2010
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18 comentarios:
Qué cerca está a veces la salvación o la ayuda que necesitamos. ¿O no?
jejejeje, eres un maestro del humor. Me encantan los microrrelatos con humor, le otorgan un plus al microrrelato que hace más amena su lectura.
8
Me identifico jajajaja, a veces suele pasar (espero que sólo a veces) Pero la nave va...
Un abrazo.
Bien enlazado con E la nave va... aunque me faltó algo. No te preocupes, porque últimamente estoy demasiado exigente, con todos y conmigo mismo. Creo que la idea era bastante buena como para sacarle un poco más de jugo, pero Esteban, lo que te dije, no hagas caso a mi nivel de exigencia.
Un saludo.
Jajaja...deje así.
Ya que tienes a Pedro por ahí, saludos efusivos. Le vere más tarde que temprano y espero poder no verlo por mis cataratas. No sabía que tú te fueras tan temprano con mi amigo, o es que eres ludópata como él.
Pobre. Se ha quedado enganchado en lo que probablemente fue su último mensaje. Cinta sin fin.
Bastante gracioso!!!
Buen condimento de humor para un relato trágico!
jajaja,excelente.
Impecable como siempre!
Un honor, amigo Esteban!!
Tu sentido del humor negro, lo dejas reflejado como una huella en muchos de tus cuentos. Está bien.
Isabel
Alis, está cerca aunque puede que no la veamos. Bienvenida siempre por aquí.
Daniel, gracias por lo de maestro del humor. Jamás me habían dicho algo así. Qué bueno que te guste.
Ananda, la nave va y quién sabe cuándo termina de andar...
Víctor, sabes que agradezco tu exigencia como tú lo haces conmigo. Bienvenida sea la réplica.
Pala Labra, así dejo.
Adiví, yo sí espero verlo más bien tarde. Me quedan muchas cosas por hacer. Y a ti también.
Paseante, fue su último mensaje, o el primero. Eso depende de la interpretación.
Quimera, ¡qué bueno!
Martín, creo que lo defines con sagacidad: es un relato trágico con un toque de humor.
Angela Maria, creo que eres demasiado generosa con tu halago. En todo caso te lo agradezco enormemente.
José, el honor es mío. Gracias por confiarme tu nombre.
Isabel, y tus comentarios alimentan mi espíritu a niveles que no alcanzas a imaginar. Besos.
Y el eterno chiste: Pedro estaba en el cielo y le dice a Dios: ... y se va.
Algo ácido tu micro, pero bueno como de costumbre. Saludos.
Gracias, Rodrigo. Eso intento siempre.
Se me había olvidado lo chistosos que pueden ser tus microcuentos. Me sacaste una buena carcajada!
Huy, Sandra, ¡hace tanto que no te veía por aquí!
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